viernes, 29 de noviembre de 2019


Andrés Bello, Félix Armando Núñez 

y el lugar del escritor

Celso Medina




Entre ayer y hoy celebramos los cumpleaños de dos figuras de las letras venezolanas. Uno nacido aquí, en esta tierra de Boquerón, hace 122 años. El otro, en la Caracas Colonial, hace 228. A ambos la vida le deparó el destierro, que exorcizaron con la poesía. Los dos vivieron la mayoría de su madurez intelectual y creativa en la hermana nación de Chile.
La fecha en la que invocamos a estas personalidades son el 29 de noviembre, día establecido en Venezuela para celebrar el Día del Escritor, precisamente la fecha del nacimiento de Bello, y el 28 de ese mismo mes, la de nuestro poeta Núñez.
Cinco gráficos para abordar el nuevo libro de Thomas Piketty

Por Clara Dealberto y Benjamin Monnet
— Liberation, 11 septiembre 2019
Traducción del francés: Celso Medina





Seis años después del éxito mundial de su obra, “El capital en el siglo XXI”, Thomas Piketty publica “Capital e Ideología”. El economista ofrece un análisis plurisdisciplinar de los regímenes desigualitarios a través del mundo y de la historia, de su justificación política en las alternativas existentes. He aquí cinco ideas a retener entre las 1200 páginas del libro.

La revolución francesa, ¿fue una inflexión en la historia del país? Obviamente, pero no forzosamente como lo imaginamos. 1789 marca el final de una sociedad ternaria (organizada en tres clases), a favor de una sociedad de propietarios. La ideología propietaria se desarrolla, descansando "en una promesa de estabilidad social y política, pero también de emancipación individual a través del derecho de propiedad, considerado abierto a todos", escribe Thomas Piketty.

Ulises

Fernando Pesoa





El mito es la nada que es el todo.
El mismo sol que abre los cielos
Es un mito brillante y mudo
El cuerpo de Dios muerto,
Vivo y desnudo.

Este, que por aquí desembarcó,
puesto que no existía
sin existir nos bastaba.
Puesto que nunca desembarcó,
siempre ha estado viniendo
Y nos creó.

Así brotó la leyenda
entrando en la realidad,
Y la siembra continúa.
Abajo, la vida, mitad
nada, muere.

Traducción del portugués: Celso Medina

viernes, 25 de octubre de 2019


César Suppini: la ciudad y su alquimia 
CELSO MEDINA
El poeta César Suppini

César Suppini publicó en 1987 Comenzar a morir, un poemario que traza los caminos esenciales de su poética, caracterizada por un uso mistérico de la imagen. Luego en 1988 edita Pozo de cuervos y en 1996, Hasta el cielo se cansa. De Varios condimentos están hechos los poemas que conforman esos libros: de memoria, de silencios, del embelezo por su ciudad, cuya imagen se corporiza  de la mano de su peculiar producción onírica.

Neurociencias, en el corazón de los neuromitos

Aurélien Chapelain


Introducción

En 1990, el presidente estadounidense George W. Bush Hijo declaró que "esta década será la del cerebro".  Barack Obama lanzó en 2013 el Programa de Investigación de la "Iniciativa Cerebral" destinado a acelerar el desarrollo y las aplicaciones de tecnologías innovadoras para mejorar la comprensión del cerebro humano. Para convertirse en un líder en investigación neurológica, Estados Unidos previó una inversión de  100 millones de dólares. La Unión Europea, por su parte, puso en marcha un proyecto titulado "Proyecto del cerebro humano", respaldado por 80 instituciones y dotado con una financiación de mil millones de euros durante 10 años.
En las últimas dos décadas, la investigación en neurociencia ha ganado popularidad, entre otras cosas, por el progreso tecnológico, la voluntad científica e incluso la política económica. Es fácil constatar un creciente interés por parte de los responsables de la toma de decisiones, los educadores y, en general, las profesiones de apoyo (psicólogos, entrenadores, recursos humanos, formadores, gestión...) sin olvidar el del público en general. Este fenómeno se refleja en la explosión del número de artículos de prensa sobre el tema, que a menudo declara "revoluciones" semanales bajo la etiqueta de neurociencia.
La virgen del mediodía
Paul Claudel

Paul Claudel

Poeta, cultivador de la poesía simbolista francesa de inspiración católica. Nació en 1868 y murió en 1955. 



Es mediodía. Veo la iglesia abierta. Hay que entrar.
Madre de Jesucristo, no vengo a rezar.

No tengo nada que ofrecer y nada que pedir.
Tan solo vengo, Madre, para mirarte.

Te miro, lloro de felicidad, al saber
que soy tu hijo y que estás aquí. 

Sólo por un momento, mientras todo se detiene.
¡Mediodía¡
Estar contigo, María, en este lugar donde estás. 

No decir nada, mirar vuestro rostro.
Dejar que el corazón cante su propio lenguaje.

Nada que decir, sino solo cantar porque se tiene
el corazón pleno,

como el mirlo que sigue su idea 
en estas coplas repentinas.

Porque eres bella, porque eres inmaculada,
la mujer en la Gracia finalmente restituida. 

La creatura en su honor primero y en su
cumplimiento final,
tal como ha salido de Dios en la mañana de su esplendor
original. 

Intacta inefablemente porque eres la Madre de
Jesucristo,
que es la verdad entre tus brazos, y la única esperanza
y el único fruto. 
.
Porque eres la mujer, el Edén de la antigua
ternura olvidada,
cuya mirada se consiguió con el corazón de repente e hizo brotar
las lágrimas acumuladas. 

Porque me salvaste, porque has
salvado a Francia
Porque ella también  para ti, como para mí, fue 
esta cosa que pensamos,

Porque en el momento en que todo crujía, fue cuando
tú interviniste,
porque has salvado a Francia una vez más, 

Porque es mediodía, porque estamos en este 
día hoy,

Por que estás aquí por siempre, simplemente
Porque eres María, simplemente porque tú
existes,
Madre de Jesucisto, estoy agradecido.

Traducción: Celso Medina



viernes, 4 de octubre de 2019


CALLES
Celso Medina



Solía recorrer calles solo
Solo sin más nadie que yo
Mis pies eran ligeros
pero no más que mis sueños
Eran calles verticales
y yo alardeaba de un equilibrio inusitado
Los árboles de estas calles eran morados
Y sus flores eran crespos furiosos
Yo recorría solo esas calles
Solo sin más nadie que yo
Mi recorrido era un laberinto de goce
No había prisa
Caminaba haciendo caminos
Hablaba solo
Soñaba solo
Gozaba solo
Mis pies eran alas rastreras
Yo solo yo
recorría estas calles
Yo solo yo
me adentraba en sus murmullos
en sus enigmas
Hoy
he perdido esa soledad
Ahora hablo mucho
y camino poco

Anna y el mar

Kettly Mars *



 Nació en Puerto Príncipe (Haití) en 1958. Poeta y narradora. Las novelas que ha publicado son Kasalé (2003), Vents d’ Ailleurs (Vientos de otras partes) (2007), L´heure hybride (La hora híbrida) (2005), Fado (2008), Saisons sauvage (Estación salvaje) (2010). Sus libros de poemas son Feu de miel (Fuego de miel) (1997) y Feulements et sanglots (Gruñidos y sollozos) (2001).      




Ilustración: Celso Medina


Lo va a matar. Tan cierto como que ella se llama Anna. Matarlo, para comenzar al fin su vida. Ése será su grito de guerra, su libertad, su primer orgasmo, ese placer que, parece estremecerla, de la cabeza a los pies.  Piensa en un veneno o en una sobredosis en su medicina. Un medio que no exija ningún esfuerzo físico para sus años. Ella está vieja y débil.  Lo ha dado todo, lo ha consagrado todo, sus años verdes, su savia, su esperanza, sus largas noches esperando su paso vacilante bajo los efectos del alcohol, trepando la escalera de madera. Toda su vida ha limpiado sus vómitos, cambiado sus sábanas, lavado sus oídos con jugo de limón. Todo eso para nada, para recibir a cambio indiferencia y humillación. Hoy ya no puede más. Ella lo va matar. Tan sólo al levantarse el sol, un último crepúsculo sin su tiránica presencia bien valdría la pena de ser experimentado. Por primera vez después de medio siglo, Anna osó dejar que esa idea atravesara el campo de su conciencia.  Esa cárcel largamente encerrada en las catacumbas de su ser veía su fin. Apenas se ponía el sol, la tomaba de la mano y comenzaba su calvario. Anna estaba deslumbrada.  Como una marejada levantándose de las trombas de las aguas tan altas como las montañas, su decisión provoca un inmenso remolino en todo su cuerpo. Ella zozobra. Tiene miedo pero sonríe. Debe  sentarse rápidamente  sobre una silla, tiemblan sus piernas.  Una marejada sube y desciende sobre su pecho a una velocidad acelerada. Anna abre enormemente su boca para respirar, para dejar que pase el viento de la libertad que busca su ruta a través de ella. El viento que viene del mar.

A los artilleros senegaleses 
que mueren por Francia



Léopold Sédar Senghor


Ilustración: Celso Medina


En vísperas de incorporarse Francia a la lucha contra la Alemania fascista, el poeta senegalés publica este poema, que refleja la visión de un africano que siente al referido país europeo como de él. Bien es cierto que el poeta fue líder de la independencia de su país, pero el antifascismo lo llevó a afiliarse al ejército francés para hacer de la lucha contra Hitler una sola. Y padeció prisiones, sintió la muerte respirándole en la espalda. Aquí invoca una epopeya de un famoso ejército senegalés que hacía más de cinco siglos había protagonizado duras batallas para cuidar el territorio africano.  Se trata, entonces, de metaforizar con los dos ejércitos, para fundirse en la gran tarea de salvar a la humanidad entera del oprobio del fascismo. Muchos negros africanos cayeron. Desafortunadamente esa Europa que ayer recibió la ayuda de África, hoy la mira con desdén, cobijándose en un manto de intolerante racismo. Los negros ahora no mueren en el ejército; se ahogan en las pateras del Mediterráneo.





He aquí el sol
Que acaricia los pechos de las vírgenes
Que sonríe a los ancianos sentados en los bancos verdes
Que despertará a los muertos que yacen bajo una tierra materna.
Escucho el ruido de los cañones- ¿Es Irun?
Florecen las tumbas, se calienta el Soldado Desconocido.
A ustedes, hermanos oscuros, nadie los nombra.
A sus niños les han prometido quinientas millas por la gloria de los futuros muertos,
Se les agradecen los futuros avances de muertos oscuros
Die Schwarze schande![1]

Escúchame, artillero senegalés, en la soledad de la tierra negra y de la
muerte
En vuestra soledad sin ojos sin oídos, más que en mi piel sombría en el fondo de la Provincia
Sin siquiera el  calor de vuestros camaradas acostados unos con otros, como en la antigüedad
en las zanjas antiguas y en las palabras del pueblo
Escúchame, artillero de piel negra, aunque sin orejas y sin ojos
en vuestra triple voz nocturna.
No hemos alquilado dolientes, ni mucho menos las lágrimas de vuestras mujeres ancianas
-Ellas no se acuerdan sino de vuestros golpes de cólera, prefieren el ardor de los vivos
Las penas de los llantos muy claros
se secan rápidamente de las mejillas de vuestras mujeres, como en la estación se secan los torrentes del Fouta
Las lágrimas más calientes más claras más rápidas borrachas en la esquina de los labios olvidadizos.

Os traemos, escúchanos, nosotros que apelamos a tus nombres en los meses que mueren
Nosotros, en estos días de miedo sin memoria, os traemos la amistad de vuestros compañeros de edad.
Ah! Ojalá un día de voz color brasa, pueda cantar
la amistad de los compañeros fervorosos entrañables y delicados, fuerte como los tendones.
Escúchanos, Muertos expandidos en el agua en lo profundo de las llanuras del Norte y del Este.
Recibe este sol rojo, bajo el sol de verano ese sol enrojecido de sangre de las blancas hostias
Recibe el saludo de tus camaradas negros, artilleros senegaleses.
QUE MURIERON POR LA REPÚBLICA.
Tours, 1938


[1] La vergüenza negra

Traducción del francés: Celso Medina

viernes, 13 de septiembre de 2019

Jesús de Nazareth o la apuesta perdida
Celso Medina


Mi madre nunca me explicó por qué me puso Celso  (en griego: Κέλσος [Kelsos]). Apenas tenía ella 22 años cuando yo nací. Aprendió a leer mucho tiempo después. De modo que nada podía saber del origen griego de mi nombre. Ignoraba que quien lo portó, allá en la Grecia del siglo II, era un rabioso anticristiano, que acusó a María, la madre de Cristo, de haberse amancebado con un soldado romano para dar origen a Jesucristo. Por supuesto, la abuela Manuela, jamás supo tampoco del origen de ese nombre. Si lo hubiera sabido, no hubiera consentido que me lo pusieran, ya que rememora la injuria contra una figura a la que rezaba todos los días.

jueves, 12 de septiembre de 2019

La Amazonía, el rostro ecológico de Dios
Frei Betto*



El Sínodo de la Amazonía, convocado por el Papa Francisco para octubre, tendrá lugar en Roma en una decisión equivocada del Vaticano, pues originalmente estaba programado para desarrollarse en el corazón de la selva. Allí se debatirá más  la presencia de la Iglesia Católica en esa región interconectada y cada vez más violenta y desigual.
El bioma amazónico abarca nueve países y ocupa más de 7 millones de km² habitados por 34 millones de personas, de las cuales 3 millones son indígenas, que dominan 340 idiomas diferentes. Allí cada metro cuadrado tiene más diversidad que en cualquier otro lugar del planeta. El bioma posee tres tipos de ríos: el de superficie; el subterráneo, conocido como el "alter de la tierra"; y los "ríos voladores", llamados así por acumular vapor en la atmósfera y distribuirlo en forma de lluvia en toda América del Sur.
Las viejitas
Charles Baudelaire

Ilustracion: Celso Medina



Traducción del francés: Celso Medina


A Victor Hugo
I
En los pliegues sinuosos de las viejas capitales,
donde todo, incluso el horror, se convierte en encanto,
vigilo, obedeciendo a mis humores fatales
a esos seres singulares, decrépitos y seductores.

Esos monstruos dislocados fueron en la antigüedad mujeres,
¡Epónimas o Lais! Monstruos rotos, jorobados
O torcidos, ¡amémoslos! Aún tienen almas.
Bajo las enaguas ahuecadas y bajo los fríos tejidos

Ellos reptan, flagelados por vientos inicuos,
Tiemblan con el roce rodante de los ómnibus,
Y apretando en su caso,  como una reliquia,
Un pequeño saco bordado de flores o de rebús;

viernes, 30 de agosto de 2019


Porvenir adentro
Celso Medina

El filósofo Unamuno, en uno de los pueblos de Salamanca



Para Cirilo Flores (1998) es factible localizar en la subjetividad de Miguel Unamuno tres espacios: lo íntimo, que se realiza en el diario, lo público, que se manifiesta en la conferencias y lo privado, cuyo medio de realización es la carta.

“Adentro”, uno de los tres ensayos que publicara en 1900 Miguel de Unamuno, con el título Tres ensayos, se ubica dentro del llamado espacio “privado”. El texto es una carta de respuesta a un escritor. Aquí se produce la confesión ante un amigo que le pide algunos consejos respecto a varios temas, el más prevaleciente es el referido al porvenir.

“Escribir no es escribir”

Yannick Torlini


Ilustración: Celso Medina

Yannick Torlini es un joven escritor nacido en Nancy, Francia. Se autodefine como explorador de la "malangue" (milengua). "Escribe textos ante todo. Trabaja la lengua al mismo tiempo que ella lo trabaja. No sabe dónde se encuentra. Trabaja. Trabaja con frecuencia. Escribe contra la angustia y el desastre." 



Escribir no es escribir. Escribir no es eso, no es la idea misma de escribir, de formar letras, palabras, signos. Cuando digo “escribir”, no escribo, designo un acto fluido, móvil, indistinto. Escribir no es escribir, implica otra cosa que escribir, que el solo hecho de escribir. Puedo interrogarme sobre eso. O más bien: el escribir interroga el escribir, me interroga en mi práctica del escribir, esta pesadez que nos impulsa a formar palabras. Quiero interrogarme sobre eso.
Balada Khassonkée de Dioudi

Dundumba, tambor que suele acompañar la narración oral de los africanos 



En Malí, en la llamada región de Kaynes, vive el grupo étnico  khassonké (CAH-KES-SON-QUE), descendiente de los fulas y malinkes africanos. Hasta esa región se fue el poeta senegalés, Léopold Sédar Senghor, para recoger esta leyenda que constituye una pieza esencial en la oralidad  africana. Del idioma khassonké logró hacer una versión en francés, recogida en  la edición de sus obras completas. Ofrecemos esta versión nuestra en español. CM




Doncellas, cuyos ojos pueden hacer latir tan bien el corazón de los hombres más fríos, ustedes que pueden, con solo una mirada, generar más males que el fusil cargado hasta la boca y más placer que la visión del río después de una larga marcha en el desierto, escuchen la historia de Dioudi, que murió de amor.

viernes, 9 de agosto de 2019


La doble esclavitud de la mujer negra


Dos entrevistas a Toni Morrison, la primera escritora negra que ganó el Premio Nobel de Literatura, fallecida recientemente




Primera mujer negra en recibir el Premio Nobel de Literatura, en 1993, la escritora estadounidense Toni Morrison, quien murió el martes a la edad de 88 años, escribió 11 obras, incluidas novelas, literatura infantil y ensayos. Conocida por la sensibilidad con la que reveló la vida cotidiana de las familias afroamericanas a partir de la mirada de los personajes femeninos, Toni tuvo éxito con la crítica y el público. Con frecuencia su obra ocupó las listas de bestsellers del New York Times y tuvo diferentes trabajos nominados por la presentadora Oprah Winfrey. Para honrar la autor, el Blog de Acervo  rescató dos entrevistas exclusivas otorgadas por la estadounidense a GLOBO en dos momentos muy diferentes. La primera conversación tuvo lugar durante una visita de Morrison a Brasil en 1990, pero no se publicó sino en  1993. La segunda presentó la portada del Segundo Cuaderno en la edición del 11 de septiembre de 2007. A continuación se le reproducimos.
O Globo, 6 de agosto de 2021
Traducción del portugués: Celso Medina

viernes, 26 de julio de 2019

El sebucán y el maestro
Celso Medina

Ilustración: Celso Medina


La educación es un regalo envenenado que se nos ofrece como mecanismo expedito para conquistar nuestro espacio de humanidad. No es un fenómeno natural.  No es algo que escogemos, sino que se nos inocula desde las diversas instancias institucionales que la sociedad ha creado: la familia, la escuela, el estado, los massmedias, las religiones, etc.   Gracias a ella se produce el reparto de las creaciones culturales, y el hombre puede disponer del conjunto de saberes y bienes que la humanidad ha ido acumulando. No es propiamente un regalo, sino un señuelo para envolvernos en ese tejido complejo que llamamos sociedad. No es per se una donación necesariamente saludable, aunque la misma sociedad que la otorga puede perfectamente crear dispositivos efectivos para que ese veneno sea anulado o si no, al menos, disminuir su carga letal
Juego de tronos, ¿un gran logro para la filosofía?
Patrice Bollon



La serie  televisiva de fantasía heroica, que concluyó con un desenlace ambiguo al final de su octava temporada, ha sido objeto de juicios ditirámbicos por parte de algunos "filósofos" que la ven como una "lección gigante de pensamiento moral y político”.  ¿Es razonable?

Foto : Juego de tronos (Temporada 1, episodio 9 : Baelor), realizad por Alan Taylor © HBO/BBQ_DFY/Aurimages.


Cuando, al comienzo de Juego de Tronos, Robert Baratheon, el rey de Westeros, el Continente del Oeste, que ocupa el codiciado Trono de Hierro, propone a Ned Stark, el gobernador de Invernalia, convertirse en su “Mano”, su Primer Ministro de alguna manera, ¿qué se esperaba de él? El asunto es importante; el rey se dirige especialmente con la reina Cersei y su corte al castillo de Invernalia, situado muy lejos, al norte de Port-Royal, la capital de Westeros, para hacerle personalmente la propuesta a Ned. En efecto, el monarca sabe que Jon Arryn, su precedente Mano, no había muerto enfermo, sino que había sido envenenado por otros pretendientes al poder. Busca entonces apoyo cerca de Ned. Catelyn, la mujer de este último, no se entusiasma: si su marido toma esa función, tiene que dejar Invernalia para instalarse en Port-Réal. Él la había engañado en circunstancias similares, dando nacimiento a un bastardo, Jon Snow. Sobre todo,  Catelyn está convencida de que Port-Réal es un lugar maldito para los Stark. El padre de Ned y  sus hermanos habían sido asesinados allí. Pero Ned no duda un instante: ha jurado fidelidad al Rey y Robert es un viejo compañero de armas. Aceptar o negar su oferta no es una cuestión que se plantea: actúa en virtud de una moral del deber “deontológico”, como la hubiese referido, en nuestra tradición filosófica, Kant.
Fragmentos de Un diario del infierno

Antonin Artaud

Poeta, dramaturgo, ensayista, novelista, director escénico y actor francés (1896-1948). Autor de una amplia obra que explora la mayoría de los géneros literarios, utilizándolos como caminos hacia  osadas vÍas que retan los límites del saber vital.



A André Gaillard


Ni mi grito ni mi fiebre son míos. Esa desintegración de mis fuerzas segundas, de esos elementos disimulados del pensamiento y del alma, concibe solo su constancia. 

Es algo que está a mitad de camino entre el color de mi atmósfera típica y la punta de mi realidad.

No tengo tal necesidad de alimento sino de una suerte de elemental conciencia. Ese nudo de la vida donde la emisión del pensamiento se descuelga.

Un nudo de asfixia central.

viernes, 12 de julio de 2019

Vivir y sobrevivir en la universidad


Para su tesis doctoral en educación en la UPEL-Maturín, la licenciada Ruth Acosta me pidió que contestara el siguiente cuestionario.  Las preguntas se hicieron a partir del concepto de plenitud, que trabaja la filósofa alemana Hannah Arendt. Ofrezco mis respuestas a los lectores, porque ellas me dan la oportunidad de fijar posición sobre la dramática crisis que vive no solo mi universidad, la UPEL, sino toda la universidad venezolana.






¿Qué piensa usted sobre la plenitud universitaria?
Habría que darle concreción a eso de la plenitud. Son muchos los puntos de vistas que hay sobre ella. Para mí la plenitud universitaria consiste en que el espacio escolar trascienda sus límites de informar, y se aboque a formar desde una visión total de la educación. Ahora es fácil informarse acerca de los aconteceres científicos, pero no es fácil entrar a su dimensión ética. La Universidad no es una fábrica de profesionales, sino una casa que permite que los profesionales asuman su condición de ser a plenitud. Y para eso no basta llenar a los egresados de los contenidos de sus asignaturas; hay que proveerlos de gestos que maduren esa plenitud de la que habla Hannah Arendt.
Redes Caníbales
Frei Betto





Canibal es todo aquel que devora individuos de su especie. Para ello, está obligado a  dominar la presa. Hacerla indefensa. Entonces, es cuando la devora. 

Este es el rostro perverso de las redes digitales, tan útiles para facilitar nuestra intercomunicación. Así como los vehículos, aviones, automóviles y motocicletas, son útiles para nuestra movilidad más rápida y, sin embargo, también para ataques terroristas, como en el atentado de las Torres Gemelas en Nueva York. De la misma manera, las redes digitales tienen su lado sombrío.

El aliento de los ancestros

Birago Diop




Nacido en Ouacam, en 1906  y fallecido en Dakar, en 1990, Birago Diop es un escritor (Cuentista y poeta) senegalés, cuya obra circula profusamente en lengua francesa. Se crió en una influyente familia de la etnia Wolof,  en Senegal,  Viaja luego a Francia, donde adquiría una portentosa formación, que pondría al servicio de promover, junto a su compatriota Léopold Senghor, el movimiento de la negritud. 






Escucha con más frecuencia

la voz de las cosas antes que la de los seres,

La voz del fuego que se propaga.
Escucha la voz del agua.
Escucha en el viento
el sollozo del arbusto:
Es el alma de los ancestros.

sábado, 29 de junio de 2019

Las máscaras de la filantropía
Celso Medina


Ilusstración Celso Medina


Santo Tomás,cuando quiso defender a la iglesia cristiana, a la que culpaban de la destrucción del Imperio Romano, se vio en la necesidad de inventar su concepto de Libre Albedrío. Dijo: no fue Dios quien nos hizo malo o bueno. Él le dio al ser humano la posibilidad de optar entre la maldad y la bondad. De modo que el pecar es una facultad del hombre. Quienes no somos muy afectos a los dogmas religiosos, nos gusta ese concepto, pues nos ayuda a dilucidar lo que se entiende realmente por libertad, el derecho esencial a optar sin coerciones, bajo un horizonte histórico y de responsabilidad.
Kant habla de dos fuerzas que coercionan al hombre: una fuerza exterior, proveniente de la moral y las costumbre y otra fuerza, salida de la mismidad del hombre. Ambas fuerzas limitan el accionar humano. Lo controlan, le ponen límites. Asesinar, por ejemplo, es una fuerza destructiva que lo evita la fuerza moral o esa fuerza íntima. No matamos al prójimo por dos razones: porque nos meten presos (la moral heterónoma, externa) o porque tenemos un respeto por el otro, que tiene derecho a vivir ( la moral autónoma, interna).
Jean Starobinski : 
«  La crítica no tiene para mí otra tarea que entender cómo comienzan los libros.»



Historiador de las ideas, doctor en letras y en medicina, Jean Starobinski era uno de los más grandes teóricos de la literatura moderna. Murió el 6 de marzo de 2019, a la edad de 99 años. Publicamos en homenaje al autor la entrevista que el filósofo concedió a Patrice Bollon en 2012. Su último libro fue La Beauté du monde – La littérature et les arts, aparecido en 2016. La entrevista la reeditó la revista Magazine Littéraire del mes de marzo 2019


Patrice Bollon
 Magazine Littéraire N°° 526
 diciembre 2012 – 




Una gran figura del análisis literario, Jean Starobinski está siempre "en la tarea". A la edad de 92 años, publica dos "retratos" (uno de Rousseau, el otro de Diderot) y una colección de textos relacionados con la melancolía. Su cuestión esencial tal vez sea el vínculo entre sus las dos carreras que en que se formó: es  doctor en letras y en medicina.
Es el último sobreviviente de esos grandes escritores y artistas sutiles del siglo XX, que combinan comentarios eruditos y preocupación por el estilo: Paul Benichou, Maurice Blanchot, Reinhart Koselleck y Mario Praz. A la edad de 92 años, Jean Starobinski podría estar satisfecho con un importante trabajo en volumen  ya clásico, donde se mezclan conocimientos tanto semiológicos como científicos, así como el placer del arte y la literatura, e imbuido en el espíritu de las épocas pasadas. -sin olvidarr sus actividades editoriales y críticas relacionadas con Rousseau, Diderot, etc., o con contemporáneos como Pierre Jean Jouve y su amigo Yves Bonnefoy. Pero, según su expresión, todavía está "en la tarea". Por supuesto, como él mismo dice, "cuando arribas a la edad que tengo, ha llegado el momento de agrupar lo que ya se ha logrado", pero, agrega, "aún quedan algunos proyectos que sobreviven ". Como resultado de esta actividad de eterna curiosidad, Jean Starobinski publica al menos tres colecciones de sus textos, artículos y prefacios: una monumental  Tinta de melancolía, una obra dedicada a Rousseau (Acusar y seducir) y otra a Diderot. (Diderot, un demonio de ramal). La ocasión de hacer un balance con él sobre sus grandes temáticas y lo que él ha buscado, su vida, construir y aún sigue, como decimos, in progress ...

La tinta de la melancolía es una larga odisea a través de la historia y las figuras de ella. Volví a leer esta mañana en el tren de París-Ginebra, su maravilloso Retrato del artista en el saltimbanque de  1970 y también pensé en las Tres lecturas de Baudelaire  publicadas en 1990. ¿La melancolía es siempre uno de los temas centrales de su obra?