Angela
Davis:
"¿Qué
hemos dejado atrás?"
Virginie Despentes
La controversial socióloga Ángela Davis, novia del famoso
Georges Jackson, líder del movimiento contestario negro de Estados Unidos de
los 70, quien pasó de ser un simple prisionero, por un robo de una gasolinera,
a convertirse en la figura emblemática de los Panteras Negras, conversa aquí
con la diva del llamado destroy punk francés, a quien se le atribuye varios
oficios: vendedora de disco, prostituta, polémica autora de la película Fóllame(1998)
y de novelas como Perras sabias (1998), entre otras obras. Davis pone en
evidencia hasta dónde la injusticia social en Norteamérica se disfraza de una
cínica grandeza. La conversación entre las dos aguerridas mujeres se produjo
con motivo del estreno en Francia de la Película Free Angela.
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Traducción del francés: Celso Medina
Un
día, la segregación racial en los Estados Unidos fue abolida. Los negros
obtuvieron el derecho al voto. Las mujeres también. Y Ángela Davis fue puesta
en libertad, contra toda expectativa razonable escapó a la pena de muerte. Es
eso lo sigue transmitiendo incansablemente: lo que era impensable puede
ocurrir, pero nunca sin un esfuerzo colectivo tesonero. La entrevista fue a
propósito del estreno en los cines franceses del documental Ángela Libre
(Free Ángela), el 3 de abril.
Usted
ha estado presente frecuentemente en los campamentos de Ocupas (Occupy). ¿Qué
encuentra en este movimiento innovador?
-No
debemos subestimar las luchas del siglo XXI, y no debemos subestimar lo que
Internet permite. Un encuentro tan masivo, tan rápido, era impensable sin esta
nueva herramienta. Hubo campamentos en el mundo entero. En Estados Unidos, lo
que hace de Occupy un movimiento verdaderamente nuevo, es que no se
hacía crítica colectiva del capitalismo desde los años 30.Eso era diferente en
Europa, porque allí siguió trabajando la crítica al capitalismo. Pero en
Estados Unidos, la propaganda anticomunista era tan fuerte que era imposible
ser tomado en serio si criticábamos al capitalismo. Y Occupy, lo ha
hecho posible de nuevo. Cuando se habla de Occupy como un evento fugaz,
respondo que los campamentos eran el lado espectacular del movimiento, visible.
Durante meses personas vivieron juntas, y pasaron sus días hablando de
política. Que no existan más no quiere decir que no pasó nada. La Movilización
contra los desalojos viene de allí, y estas protestas son importantes. Muchos
activistas de Occupy se involucraron en el movimiento contra las prisiones.