jueves, 5 de junio de 2008

Ofelia (Desnuda)



Ofelia desnuda


Dibujo digital:
Celso Medina
Amarilis Guilarte 
Agosto de 2005

Enmudece el paisaje
adormecida, placerosa entre flores y juncos
flota Ofelia
A ratos, los astros iluminan sus erguidos senos

Qué golpe de agua, qué ardoroso remolino
arrebató tus largos velos
Gasas milenarias que apenas contenían
la turgencia de tu pecho
y daban candidez a tu figura

El viento, los nenúfares, los juncos, las flores
se apresuran a cubrirte
y sólo te rozan engalanando tu lecho
Llorosos, los trémulos sauces se inclinan a tu paso

Con sólo mirarte
el erguido aliso se estremece
desde la raíz hasta su frondosa copa
cáliz palpitante
y en los nidos, sorprendidos aletean los pájaros

II
En tu rostro no hay sombra de locura, ni de dolor
que guarden los vientos el rumor de tus cuitas
como algún recodo del río
guarda el tesoro de tus velos

Eres pálida y bella
con tu cabellera flotante a merced del torbellino
y el cuerpo desnudo penetrado
por el incesante escupitajo de las aguas

No pareces una dulce niña, oh pobre loca
La muerte y la desnudez
arrebataron la inocencia de tu mirada y el pudor de tu seno

Moriste niña
oyendo el rumor de los grandes montes noruegos
Impulsada por el dolor y la locura
te lanzaste a las oscuras aguas
que te arrastran lujuriosa
entre flores y juncos
¡Salve, oh espléndido fantasma!^
que aún flotas como un gran lirio
bajo la luz de los astros
y de la acuciosa mirada de pintores y poetas