viernes, 6 de mayo de 2016


García Lorca o la luna amarga de Nueva York


No hay siglo nuevo ni luz reciente
Federico García Lorca



Celso Medina

Ilustración: Celso Medina



Conozco pocos escritores que hayan hecho de la luna un tópico tan existencial como Federico García Lorca (1898-1936). Montados en su luna, nosotros podremos auscultar su corazón poético. ¿Cómo atrajo la luna con su magia a este poeta? Es obvio, experimentando el paisaje de Andalucía. En esa región española, a este astro se le ve solemne, dimanando su simbología, guardando los ecos de una historia espiritual en la que los árabes dejaron huellas indelebles. La luna vestida de noche, maternal, enigmática, inconsciente, ambivalente: protectora  y peligrosa, constela la rica galaxia por donde circula la lírica garcialorqueana.