sábado, 21 de mayo de 2016

El fracaso o la anti épica en dos novelas venezolanas contemporáneas: El pasajero de Truman y Sumario



Celso Medina

Los novelistas venezolanos Federico Vegas y Francisco Suniaga

… el hombre es el animal a quien esencialmente le  corresponde la posibilidad de caer
José Luis Pardo


La novela y el ensayo son los grandes géneros que en Venezuela han hecho patente la idea del fracaso.
Decíamos en otro oportunidad (Medina, 2006) que la novelística venezolana de los siglos XIX y XX se amparó en concepciones sociopolíticas, en especial las del positivismo y las del vitalismo nietzcheano, reduciendo su “mirada a la de un ojo crítico, más pendiente de las ideas que de la estética” (751). Dos novelas las emblematizan: Peonía (1890) e Ídolos Rotos (1901). Las mismas están facturadas desde el pesimismo. Sus dos protagonistas, Carlos y Alberto Soria, flanqueados en sus visiones liberales y vitalistas, escenifican el fracaso del individuo ante una sociedad negada a la modernización de la ciencia y de las artes.

La buena y la mala utopía

Cuando el sueño se desvía hacia la pesadilla


Edgar Morin


Ilustración: Celso Medina

Traducción del francés: Celso Medina

La utopía con frecuencia es cuestionada. Las críticas se han intensificado luego del colapso de muchas creencias en un futuro mejor, o más bien de un progreso que se supone nos conduciría a un mundo de felicidad.
Creo no obstante que esas críticas no toman en cuenta de que existen dos tipos de utopías. La primera, es evidentemente la aspiración a una sociedad mejor en la cual las relaciones entre los seres humanos sean menos espantosas, menos ignominiosas, menos fundadas en las relaciones de fuerza, de dominación y explotación;sociedad donde halla más libertad, más fraternidad. A mi entender, esa es la buena utopía.

Ulises


Fernando Pessoa


Ilustración Celso Medina




El mito es la nada que es el todo.
El mismo sol que abre los cielos
Es un mito brillante y mudo
El cuerpo de Dios muerto,
Vivo y desnudo.