Entrevista a Regis Debray a propósito de su libro Balance de la bancarrota.
“Tienes
dieciséis años, yo setenta y seis. Un abismo. Haber durado tantos años no da a
un padre la autoridad requerida para hacerse escuchar de un hijo. Tú me
preguntas qué hacer con tu vida, yo me pregunto qué he hecho con la mía. Tú
quieres salir de la infancia, yo sueño con retornar a ella. ¿Cómo orientarte en
la jungla del mañana”?
Regis Debray es un intelectual francés muy
polémico. Se vinculó cuando joven con la guerrilla latinoamericana. Compañero
en Bolivia del Che Guevera. Fue prisionero político en Bolivia y su excarcelación fue el producto de una intensa y larga lucha, impulsada de connotados intelectuales europeos y latinoamericanos. Su
trayectoria ha sido intensa: primero seguidor del filósofo marxista francés
Louis Althusser. Militó en el Partido Socialista francés, funcionario
importante del gobierno de Francois Mitterand, del que se separa por
diferencias ideológicas. Estuvo casado con la escritora venezolana Elizabeth
Burgos. En 1967 escribió su primer libro. Llamado la Revolution dans
revolution? : lutte armee et lutte politique en amerique latine (¿La
revolución en la revolución?: la lucha armada y lucha política en América
Latina). Y desde entonces ha sido un persistente hombre de libros. Su última
obra la publica este año la Editorial Gallimard, con el título de Bilan de faillite (Balance de la bancarrota, carta dirigida a su hijo que se inicia en
los estudios de bachillerato. La nota de la editorial francesa dice lo
siguiente: “Una declaración de bancarrota se puede registrar de buen humor, con
guiños y sonrisas. Es esta variante teñida de humor, rara vez practicada en el
tribunal comercial, que Régis Debray eligió, en esta carta de un padre a su
hijo, para obtener asesoramiento sobre la profesión a seguir: ¿Literatura, sociología, política, ciencias
duras? Tomando prestado el lenguaje emprendedor, el de nuestro tiempo, el autor
le explica los beneficios que un joven puede esperar de ahora en adelante de
estas diversas inversiones. Lo insta a
evitar la política. Más allá de la simple orientación profesional, este
libro-testamento desea hacer un balance de la profesión de vida en el mundo de
hoy, sin sacrificar nada por la propiedad ”. La entrevista cuya traducción
ofrecemos aquí está tomada de la web de la Editorial Gallimard. C.M.
Haces un balance,
indiscutiblemente, pero ¿se trata realmente de una bancarrota?
Siempre estamos en
bancarrota en relación a las expectativas, hay siempre una brecha entre lo que
lo que se aspira y lo que se logra. En mi caso, la diferencia es tal que me dije
que tenía que consignarla por escrito. Pero considero que no soy el único responsable
de ese hiato entre la intención y el resultado: el tren del mundo se ha
descarrilado en relación a nuestras expectativas. Estoy agotado por ese
despilfarro de energía, por el muy bajo rendimiento de la acción que se cree
histórica. Hemos sido muy dispendiosos dándonos tanto para lograr tan poco…