sábado, 25 de agosto de 2018


Poemas de Adonis
Adonis es el  pseudónimo de Alí Ahmed Saïd Esber, poeta y crítico literario sirio de expresión árabe y francesa nacido el primero de enero de 1930. En 1955, es apresado seis meses por pertenecer al Partido Nacionalista Sirio, que preconiza una gran nación siria en el Medio Oriente. Luego de su liberación, en 1956, huye por Beirut al Líbano donde funda con los poetas sirio-libanés Youssouf al-Khal en los años 1960, la revista Chi'r (o Chiir que significa « Poesía »): el manifiesto de una liberación incondicional de la tradición y de un impulso hacia la internalización de la poesía. Obtiene la nacionalidad libanesa en 1962. Adonis se consagra también a sus actividades literarias tanto como a sus actividades políticas. En 1968, funda la revista Mawâkif (« Posiciones »)- pronto prohibida en el mundo árabe- que construye un espacio de libertad al mismo tiempo que fue un laboratorio de renovación “desestructurante” de la poesía. Es allí donde se traduce en árabe a Baudelaire, Henri Michaux, Saint-John Perse y en francés a Aboul Ala El-Maari. Adonis busca la renovación de la poesía árabe contemporánea apoyándose en su pasaje glorioso pero también mirando la riqueza de la poesía occidental. Luego de la guerra civil libanesa, huye del Líbano en 1980 para refugiarse en París a partir de 1985. Es representante de la liga árabe en la UNESCO. 

Ilustración: Luis González
Traducción: Celso Medina

Diálogo

“¿Dónde estás?
¿Qué luz llora bajo tus párpados?
¿Dónde estás?
Muéstrame, ¿qué has escrito?

No he respondido. No tengo más palabras
No consigo la estrella bajo la bruma de la tinta
He roto mis hojas.

¿Qué luz solloza bajo tus párpados?
¿Dónde estás?

No he respondido
La noche era la carpa beduina
Las linternas eran la tribu
Y yo el sol demacrado
bajo el cual la tierra cambiaba sus colinas
y vagabundeaba cruzando la larga ruta


Entre tus ojos y yo

Cuando hundo mis ojos en los tuyos
veo el alba profunda
veo el ayer antiguo
veo lo que ignoro
y siento que pasa el universo
entre tus ojos y yo


Ayer

He cerrado la puerta de la cámara con la prima estrella
He corrido la única cortina y he dormido con sus cartas
y con la almohada mojada y las palabras plenas

Soy mago, su nombre es incienso e incensario
Soy mago, ella es chispa y templo en las primas brasas
Y me extiendo en el espesor del humo
Dibujo los signos
Hechizo a su herida
La borro con mi piel
Oh tú herida o infierno clarificante
Oh tu herida oh muerte mi familiar

En la herida hay torres con ángeles
Un río cierra sus puertas, hierbas marchan
Un hombre se desnuda
Se deshoja el mirto seco y da las gracias,
El agua cae gota a gota sobre su cabeza,
Se santigua y desaparece

sueño-
Lavo la tierra hasta el espejo
Y rompo una muralla de nubes de una de una cuerda de fuego
Y construyo una cúpula de lágrimas yo la moldeo.

¿Qué has preparado como último regalo?
“- Mi camisa, la que el día de las bodas nos envolvió.
Y yo descenderé contigo en la tumba
Para hacerte fácil la muerte del amor

Te mezclo con mi agua y te doy a beber de la muerte
Te doy mi bien: la tumba y la gratuidad de la muerte.”

Una vez vi sobre la tierra un frasco
Mar que se inclina
Pleno de conchas y creaturas reencarnadas

Pájaros y alas
Y entonces dije
Que la transparencia de la mujer era la transparencia del cielo
Que el mundo devenía una piedra de sexo

Y vería al mar que se inclina
Amaría su espuma y cavaría para él un rincón cercano
a mi ojo

rogaré a las olas para que sean mis vecinas
Pasearé sobre su sal mis angustias
Velarán conmigo o se dormirán
Leyendo en mí su propio eco:
Dice: (Tú eres ángel y no ves sino bajo la piel
Hay entre tú y el ángel la única semejanza
¿No quieres descubrir el continente de las profundidades?
Entonces, abandona
En alguien distinto a ti el continente de las cimas).


Índex de los trabajos del viento

He escrito mi identidad
frente al viento
y he olvidado escribir mi nombre

El tiempo no se detiene sobre la escritura
pero firma con los dedos del agua

Los árboles de mi pueblo son poetas
Bañan sus pies
en los tinteros del cielo.

Se fatiga el viento
y el cielo construye una esfera para extenderse.

La memoria es tu última morada
Pero no puedes habitar en ella
sino con un cuerpo devenido memoria.

En el desierto de la lengua
la escritura es una sombra
donde ella se abriga.

La más bella tumba para un poeta
es el vacío de sus palabras.

Quizás la luz
te induzca al error
Si eso no llega
No temas nada, la falta está en el sol

Extracto de: Memoria del viento. Poemas


Espejo del tobogán negro

Has dicho: mi rostro es nave, mi cuerpo es una isla,
Y el agua, órganos deseantes.
Has dicho: tu pecho es una ola,
Noche que perfora mis senos.

El sol es mi prisión anciana,
El sol es mi nueva prisión,
La muerte es fiesta y canto.

¿Me has escuchado? Soy distinta a esa noche, distinta
A su cama flexible y luminosa.
Mi cuerpo es mi cubierta, tejida
En la que he cosido los hilos con mi sangre.
Me siento extraviada y en mi cuerpo estaba mi errancia….

He echado a los vientos las hojas,
He dejado detrás de mí mis párpados,
Rabioso he jugado al enigma con la divinidad
Y he habitado el evangelio de la lactancia
para descubrir en mis vestidos
la piedra itinerante

¿Me has reconocido? Mi cuerpo es mi manta,
La muerte es mi canto y palacio de mis cuadernos,
La tinta es tumba y antesala,
Esfera escindida por la desolación
En la cual el cielo ha envejecido,
Tobogán negro que trajina los llantos y el sufrimiento.

¿Me seguirás? Mi cuerpo es mi cielo,
He abierto bien grande los pasillos del espacio
He dibujado detrás mí los párpados,
Ruta que lleva hacia un ídolo antiguo.

¿Me seguirás? Mi cuerpo es mi camino.

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