
“Mi poética es profundamente ética”
Celso Medina
Yo tenía sólo un año. La dictadura de Pérez Jiménez amenazaba con reeditar la longevidad de Juan Vicente Gómez. Ese 21 de mayo de 1955 Venezuela se consternó; desde México se anunciaba su muerte, en un trágico accidente automovilístico. En la interioridad de cada venezolano quedó el luto. En el Gobierno hubo un respiro; moría uno de los dirigentes más connotados de AD, su peor enemigo. Todo un veterano en las luchas anti dictatoriales y, fundamentalmente, un poeta de enorme eco en el pueblo venezolano.