Los narcisos
William Wordsworth
Ilustración: Celso Medina |
Vagaba
solitario, como una nube
que
flota en lo alto, sobre valles y montañas,
cuando
de repente, vi una multitud,
un enjambre de dorados narcisos;
junto al lago, bajo los árboles,
Continuos,
como estrellas que brillan
y destellan en la vía láctea,
se
extendían en una línea infinita
a
lo largo del margen de una bahía:
Diez
mil vi de una sola mirada
agitando
sus cabezas en una danza feliz.
Las
olas junto a ellos danzaban; pero ellos
superaban
a las olas en su regocijo:
Un
poeta no podía sino estar feliz,
en
tal dichosa compañía:
miré
y miré, pero poco pensé
en
la gran riqueza que me había dado ese
espectáculo:
Ya
que a menudo, cuando descanso tendido en
mi diván
Con
mi mente tranquila y en un estado de ánimo reflexivo,
esas
flores aparecen como un destello en mi ojo interior
que
es el deleite de la soledad;
entonces
mi corazón se llena de placer,
y
danza con los narcisos.
Traducción del inglés de Víctor Carlson, realizada a propósito de un curso sobre poesía de habla inglesa, el pasado fin de semana en el Pedagógico de Maturín
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